Microquimerismo fetal.

Este término de microquimerismo fetal, se definió a finales del siglo XIX y fue descubierto por el científico alemán Georg Schmorl mientras examinaba unos restos de placenta en los pulmones y arterias de cadáveres de mujeres que murieron de eclampsia y convulsiones.

 

Hemos de decir que el microquimerismo ocurre tanto en seres humanos como en otras especies animales.

Tener un bebe cambia la vida de los padres, pero en especial la de la madre. Sabemos que, durante el período del embarazo, la madre va transmitiendo diferentes sustancias tales como alimento y oxígeno; permitiendo así la nutrición del feto y de que este se desarrolle y sobreviva.

 

Desde finales de los años noventa se detectó que la transmisión de información genética no era unidireccional, sino que también es posible encontrar que las células del bebé pasen e interactúan con las de la madre en el cuerpo de esta.

Unos años más tarde, se originó una nueva noticia cuando los científicos se dieron cuenta de que el microquimerismo fetal podía explicar cómo los cromosomas Y (sólo se transmitían de padres a hijos), a veces terminaban en las células femeninas. Esto podría estar relacionado con ciertos tipos de enfermedades autoinmunes, síndrome de lupus neonatal, dermatomiositis y atresia biliar; aunque por ahora los mecanismos responsables no están claros.

 

En cambio, se ha detectado que la presencia de células maternas en el organismo del bebe, ayudan contra una posible afección de diabetes.

Una investigación científica realizada en el año 2005 demostró que tanto los mamíferos como los insectos de sexo femenino son capaces de absorber e incorporar a su ADN material genético en las células de sus cuerpos.

En los seres humanos, la ocurrencia de este fenómeno ha demostrado que, durante el embarazo el material genético de los fetos que crecen en sus úteros se fusiona con ciertas áreas de los cuerpos de las madres, como cerebros, corazones, riñones, pulmones, bazos e hígados.

 

El cuerpo de la madre mata a la mayoría de estas células fetales circulantes poco después del embarazo. Pero algunos eluden el sistema inmune y pueden permanecer por largos períodos de tiempo en el cuerpo de la madre, incluso en algunos casos toda la vida. Lo que aumenta las posibilidades de que se desarrollen enfermedades neurodegenerativas.

 

Pero, a la pregunta de ¿por qué algunas células eluden al sistema inmune de la madre?, una hipótesis que se plantea Amy M. Boddy (investigadora posdoctoral de la Universidad Estatal de Arizona), es que tal vez esto pueda beneficiar al bebé y ayudar a la madre a proporcionar recursos después del nacimiento aumentando los niveles de hormonas maternas para procesos importantes posteriores al nacimiento o simplemente ayudar a reparar el tejido de la madre.

 

Sin embargo, otra investigación ha demostrado que estas células fetales pueden dañar más que ayudar; ya que en algunos estudios se han encontrado más cantidad células fetales en tejidos enfermos que en tejidos no afectados. Aunque los científicos no están seguros de si estas células están allí simplemente porque hay un mayor flujo de sangre en el área, o si son realmente dañinas.

 

“Está claro que existe un vínculo especial entre madre e hijo, el cual es poderoso, pero ¿sabemos hasta dónde llega ese poder? Simplemente no lo sabemos y hay mucho en lo que indagar."


Editado por Antonio Pérez Díaz

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Fuentes del artículo: livescience.com / muyinteresante.com / psicologiaymente.net / wikipedia.org / elmausoleo.jimdo.com

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