Egipto. “Nuestra experiencia en esta expedición”.

En nuestro viaje a Egipto, nos dimos cuenta de que mirases donde mirases, está lleno de historia y enigmas. Desde sus enormes construcciones que aún persisten en nuestros días, hasta la complejidad de su sistema de escritura y la fascinante manera que tenían de conservar los cuerpos de los difuntos para su vida eterna. Sin duda alguna un lugar digno de ver y un recuerdo inolvidable para todos nuestros sentidos. Pero en esta ocasión no hablaremos de los misterios generales que engloban a Egipto, ya que en mayor o menor medida, todos hemos oído hablar sobre la Gran Pirámide, la Esfinge de Guiza, Tutankamón, etc. Esta vez quiero hablarles de mi experiencia sobre mi viaje a la majestuosa Egipto.

Una pequeña visita a los Colosos de Memnon, con la representación al faraón Amenhotep III, da la bienvenida a un despliegue de templos más pequeños; entre los que destacamos Medinet Habu, Ramesseun o el templo de la reina-faraón Hatshepsut dedicada a la mujer que más tiempo estuvo en el trono de las “Dos Tierras” y por supuesto no podía faltar una de las visita obligada; El Valle de los Reyes, donde actualmente aún se siguen realizando obras de restauración y de mejoras para el turismo. Más de sesenta cámaras funerarias encierran algunos de los grandes secretos de este imperio y no se descartan de que haya muchas más; ya que durante medio milenio, los faraones quisieron descansar en las proximidades de este valle.

Podemos apreciar que el tiempo ha ido difuminado el urbanismo tebano que se encuentra en la ciudad de Luxor, pero si que podemos distinguir una gran cantidad de templos acentuando dos de los más relevantes, que son el templo de Luxor, ya que no está dedicado a un Dios, sino a los propios faraones y por otro lado el templo de Karnak, que están unidos entre ellos por una gran avenida de esfinges. Siendo este último el principal centro religioso de Egipto y de impresionante magnitud, compuesto por varios recintos en el cual cada faraón quería dejar reflejado su poder y majestuosidad.

Otro de los templos que no podemos olvidar, es el templo dedicado al  dios Horus en Edfu. Este templo glorificando al dios halcón es el segundo más grande de Egipto después de templo de Karnak y por lo que pudimos ver, es uno de los que en mejor estado de conservación se encuentra, destacando la escritura que se puede apreciar en sus totalidad a lo largo del templo.

Después de visitar este templo y de realizar un recorrido por las típicas calesas (carruaje tirado generalmente por caballos) hasta nuestro lugar de encuentro, viajamos hasta la villa de Kom Ombo, una vez allí visitamos el templo dedicado a los dioses Sobek y Haroeris. Es un templo diferente a los demás, ya que este templo es compartido. La mitad Sur del templo estaba dedicada a Sobek, dios de la fertilidad y creador del mundo. En cambio la otra mitad, la Norte, está dedicada al dios Horus “el viejo” (Haroeris), se le consideraba como el iniciador de la civilización egipcia, dios del cielo, de la guerra y de la caza. Junto al templo nos encontramos con el Museo del Cocodrilo. Todo ello lo visitamos a media tarde para después poder ver uno de los mejores atardeceres de Egipto, viendo cómo el sol enrojece una de las orillas del río Nilo.

Al siguiente día, nos dirigimos hacia Abu Simbel, atravesamos el desierto hasta llegar a las inmediaciones del lago Nasser (sur de Egipto) y allí pudimos visitar los majestuosos templos de Ramses II y justamente al lado el templo de su esposa Nefertari. Estos impresionantes templos fueron excavados en la roca durante el reinado del faraón Ramsés II para conmemorar su victoria en la batalla de Kadesh y mostrar su poder a los nubios. Una de las cosas a destacar de estos templos es que en el año 1968, cada trozo de estos templos fueron reubicados en una colina artificial, construida sobre el nivel del lago Nasser. Esto fue debido a la construcción de la presa de Asuán y para evitar que quedase sumergido bajo las aguas, decidieron llevar a cabo esta hazaña de ingeniería y traslado.

Para terminar el día, fuimos a visitar el templo de Philae, lo ideal es tomar una pequeña embarcación al atardecer ya que el propio templo tiene un espectáculo de luz y sonido en el cual te explica la creación del templo dedicado a la diosa Isis.

Tras estar unos días recorriendo parte de río Nilo y visitando los templos junto con algunos de sus bazares y lugares maravillosos de la parte Sur de Egipto, nos despedimos y viajamos a la zona del bajo Egipto (zona Norte), donde nos espera la capital de Egipto y la mayor ciudad del mundo árabe, El Cairo.

Durante nuestra visita en El Cairo, pudimos visitar la “explanada de las pirámides”, no necesitan demasiada presentación, pero siempre es bueno recordar que estas maravillas construidas alrededor del año 2500 a.C. se encuentran en el área de Guiza. Las pirámides fueron hechas para acoger las tumbas de los faraones Keops, Kefrén y Micerino. También está la famosa Esfinge de 20 metros de altura y 57 de longitud, uno de los iconos más simbólicos de Egipto. Se dice que su cabeza podría representar al faraón Kefrén con cuerpo de león. En épocas antiguas estaba pintada en vivos colores: rojo el cuerpo y la cara, y el nemes que cubría la cabeza con rayas amarillas y azules.

Otro lugar bastante interesante es el emplazamiento de Sakkara, la necrópolis de la antigua ciudad de Menfis, situada en la ribera occidental del Nilo. En este lugar pudimos visitar la pirámide escalonada de Zoser; una tumba con un diseño revolucionario, ya que fue la primera de grandes dimensiones erigida en Egipto. También pudimos observar muchas mastabas de miembros de la élite del Imperio Antiguo, que solían levantarse cerca de las pirámides de sus soberanos.

También visitamos la tumba de uno de los visir (chatys) de la sexta dinastía y gobernador de Menfis, la tumba de Kagemni. En su tumba pudimos ver unos de los relieves policromados más bonitos del Imperio Antiguo. Justo a unos pocos metros de esta tumba, se puede apreciar la pirámide Teti, vista desde fuera parece una pequeña colina, ya que la conservación por encima del suelo es muy mala, pero al adentramos en ella, vimos que las cámaras y los corredores están muy bien conservados.  

Durante uno de los últimos días de nuestra estancia, salimos acompañados de nuestro guía local para realizar un tour completo por la ciudad de El Cairo en el cual pudimos visitar la mezquita de Ibn Tulun, catalogada como la más antigua de El Cairo y que conserva su construcción original y también decir que es la mezquita de mayor extensión. Construida hacia el siglo IX, está inspirada en la ciudad de Samarra ya que podemos apreciar la abundancia de arcos y cúpulas.

Continuaremos por el enigmático Museo Egipcio de Antigüedades que cuenta con más de 136.000 objetos clasificados entre las diferentes épocas de la historia egipcia. Para ver todos los objetos de este museo inaugurado en 1902, podríamos estar un día enteros y aún así faltaría tiempo para ver detenidamente todos los objetos. Después fuimos al conocido barrio Copto donde pudimos pasear entre sus callejuelas. Teníamos previsto visitar la iglesia de San Sergio, del siglo V, construida sobre la cueva en la que se refugió la Sagrada Familia en su huida de Herodes y otros muchos secretos que nos ofrece este mágico lugar, pero tuvimos que modificar nuestro itinerario y en su lugar visitamos la Iglesia copta de Santa María Virgen (también conocida como la Iglesia Colgante), esta iglesia es una de las más antiguas de Egipto. El nombre de Iglesia Colgante le viene por estar situada sobre una de las puertas de la fortaleza de Babilonia.

Continuamos el día acompañado en todo momento de nuestro guía y después de comer en un restaurante local de la zona, nos fuimos a visitar el Museo de la Civilización egipcia (NMEC), donde se exponen todos los periodos históricos del país y así poder conocer en profundidad su cultura desde la prehistoria hasta la actualidad, pasando por el periodo faraónico, grecorromano, copto e islámico.
Dentro del mismo recinto en la planta inferior, nos encontramos con la "Royal Hall of Mummies", donde se exhiben por el momento 20 momias reales, 18 Reyes y 2 Reinas. Este lugar está totalmente vigilado donde queda terminantemente prohibido el uso de cámaras.

Y para finalizar nuestro viaje, y como última experiencia, fuimos a sentir en primera persona como es el “día a día” en el bullicioso bazar de Khan el Khalili. Un inmenso zoco de estrechas callejuelas con miles de pequeñas tiendas repletas de mercancías, calles repletas de gente, mesas a las puertas de los cafés y pequeños talleres de artesanos. Este zoco fue fundado en el año 1382 y entre los muchas recovecos que pudimos encontrar no os podéis perder el famoso café El-Fishawi, que viene siendo traducido como el “Café de los espejos”, abierto desde hace 200 años y frecuentado por muchos turistas y gente local.