El mito de las Sirenas.

Son varios los relatos de marineros que han asegurado que las sirenas son reales. Siempre han estado presentes y muchas son las historias que describen a una criatura mitad pez y mitad humana; en los cuadernos de bitácoras era habitual leer la palabra sirena, criaturas que rondaban a las embarcaciones con fines múltiples.

Y es aquí donde el mito de las Sirenas se desenfoca por las distintas culturas y se extiende un mar de teorías el cual vamos a tratar de ir conociendo. Como hemos comentado, en la actualidad existen múltiples teorías sobre el enigma de las Sirenas. Un largo enigma que aún en la actualidad nos dejan con una gran incógnita que ha derivado incluso a que tengan que ser estar presente las secciones científica focalizadas en el estudio de los fondos marinos.

Pero comencemos primero preguntándonos cómo surgió la leyenda de las sirenas. Sus orígenes son difusos, aunque resulta muy probable que estos seres estuviesen relacionados con el mundo de los muertos. En la mitología griega, las sirenas eran criaturas híbridas con cuerpo de ave y rostro de mujer que atraían a los marineros con sus cantos a un destino fatal. Homero las mencionó por primera vez en su célebre Odisea, narrando como pudieron resistir a su influjo. Al verse ignoradas y vencidas, las bellas criaturas perdieron su don y se precipitaron al fondo del mar. Ya que según cuenta la leyenda, si un hombre era capaz de resistir la voz de una sirena, esta debía morir.

Dando paso a infinidad de historias en la mitología griega, en las que se podrían destacar entre otros, la narrativa de Orfeo en las Argonáuticas órficas, El rapto de Perséfore o El enfrentamiento con la diosa Afrodita.

 

Pero, ¿por qué la transformación de las Sirenas, esos seres alados descrita en mitología griega a seres marinos? ¿Cuál fue el detonante que hizo cambiar la descripción de este mito de la Sirena? Todo parece enfocar a la asociación que han tenido en su mayoría con los marineros y las profundidades marinas, pudiendo ser la Odisea de Homero la esencia de esta transformación.

 

El primer vestigio de las sirenas con cola de pez, lo encontramos en un manuscrito datado de finales del S. VII llamado Liber Monstrorum, donde las detalla como unos seres tenebrosos con cuerpo femenino y terminando en una larga cola idéntica a la de los peces, el cual le permitía moverse por las profundidades marinas.

Eran descritas como criaturas con un gran atractivo para los hombres, que bien en ocasiones ayudaban a los marineros en alta mar para más tarde seducirlos con sus voces y/o hacer encallar sus embarcaciones contra los arrecifes para posteriormente llevárselos a las profundidades del océano.

 

En otras culturas, como por ejemplo las de Oriente, nos ilustran con la mitología de la diosa Derceto o la diosa Atargatis, ambas muy similares, derivando a otras muchas leyendas en las que nos cuentas que las sirenas son protectoras de los océanos y que cuando se encuentra una perla, es porque una sirena ha derramado sus lágrimas. En el folclore británico también está presente la silueta de la Sirena, la cual engañaba a sus víctimas para que se acercasen hasta ellas y posteriormente las ahogaban. En Gales hay una leyenda bastante conocida, la leyenda de Murgen, que nos cuenta que una sirena fue apresada y posteriormente se le enseñó a ser más humana. Se le enseño la legua nativa y fue bautizada, por lo que no se le pudo juzgar por ser una criatura marina, puesto que hablaba y sabia las costumbres humanas y tampoco se le podía considerar una mujer ya que podía vivir bajo el agua. En un periodo de la historia de Gales, figuró como una Santa, con el nombre de Murge.

Como podemos ver, las historias de las Sirenas se divulgan por todas las culturas del mundo, incluso en nuestra Península Ibérica tenemos gran variedad de relatos de estas criaturas que al igual que en otras culturas, seducen a los marineros y en otras ocasiones son totalmente benevolentes con ellos. Por ejemplo una de las más sonadas son las Laimas del mar, sirenas que peinan su cabello con peines de oro y según dice la leyenda, quien posea uno de esos peines de oro puede dominarla aunque a veces se rebelen contra el usurpador ahogándolo o trayendo mal tiempo a la costa. Otra leyenda popular sobre las Sirenas, es la de la mitología gallega; el duque Don Froilaz fue rescatado del mar de Finisterra por una Sirena y ambos se enamoran teniendo un varón llamado Mariño, que fue el origen del linaje Mariño. Siendo la sirena la representación oficial en la heráldica del escudo familiar de lo Mariño, en Rianjo (Rianxo) y una representación escultórica muy extendida en la zona de Galicia.

 

Actualmente son menos las personas que creen en la existencia de estas criaturas mitológicas, a mediados del S. XX, se tenía en consideración la teoría convencional sobre la evolución humana, una teoría que estaría «en previa» a la teoría de Charles Darwin -El origen de las especies-. Esta hipótesis proponía que nuestros antepasado pasaron mucho tiempo en el agua, originando una fase acuática llamada “La teoría del simio acuático” de Max Westenhofer. Posteriormente algunos especímenes salieron de este medio acuático para desarrollarse en tierra firme y otros por el contrario siguieron evolucionando en este hábitat acuático. Esta posición no es sostenida actualmente por ninguna rama ni disciplina científica especializada.

Pero hoy en día aún encontramos algún artículo que aseguran la existencia de las Sirenas. Un ejemplo de esto y que ocasionó gran revuelo fue el documental emitido por televisión llamado «Mermaids: the body found.» Aunque este documento era ficticio, fue tal el impacto mediático que la N.O.A.A. (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) de los Estados Unidos, tuvo que desarrollar un comunicado para desmentir la evidencia de la existencia de las Sirenas.

 

Editado por Antonio Pérez Díaz
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Fuentes del artículo: boletines y diarios digitales / fundación Wikimedia / elmausoleo.jimdo.com

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