Las Rías Baixas. Tierra de mitos y leyendas.

Galicia es tierra de meigas y de trasgos que aguardan en lo más profundo del bosque. Donde los espíritus vagan en procesión por la noche y sus aguas nos reflejan las creencias, misterios y leyendas. En definitiva Galicia y las Rías Baixas, son tierra de mitos y leyendas.

 “Cuando Dios acabó de crear el mundo, descansó en el séptimo día y tuvo a bien apoyar su mano derecha en Galicia. El reposo no fue estéril, pues de él nacieron las Rías Bajas como culminación de la magna obra y para fortuna y gozo de los humanos. Los surcos fueron ocupados por el mar…”

Siguiendo en la ría de Arousa,  nos centramos en la isla que da nombre a toda la Ría; poco se conoce de su pasado,  y es que no debemos olvidar que casi todos los restos antiguos se conservan en la piedra y muy pocos de ellos hay en la isla de Arousa que se conserven aún intactos.

En toda la isla se respira un remanso de tranquilidad, pero pasando la ensenada norte de la isla y pasamos por una enorme pasarela de madera, nos encontramos con el faro de Punta Caballo y una playa natural que cuenta con un entorno forestal aún virgen y perfecto para vislumbrar la grandeza de la ría de Arousa.

Situándonos en la entrada de la ría de Arousa, nos encontraremos con O Grove y la isla de La Toja.  Este lugar es conocido por la calidad de sus aguas, de hecho se le atribuyen poderes mágicos.

Una leyenda  que se relaciona con los ritos de fecundidad. En la ermita de Nuestra Señora de la Lanzada, nos cuentan que tomar un baño en su playa durante la noche de luna llena constituye el fin de la infertilidad. Para ello las mujeres que quieran completar el rito de la fecundidad, deberán de bañarse en las aguas de la playa de La Lanzada rompiendo nueve olas con su vientre.

Para finalizar, nos dirigimos a la parte más occidental de las rías Baixas, lugar donde nos encontraremos con las islas Cies y su playa de Rodas, la mejor playa del mundo y terminaremos este recorrido en la rías de Pontevedra y de Vigo, donde nos aguarda el pueblo de los hórreos y cruceiros y uno de los mayores tesoros de España que se haya perdido tras la batalla de Rande.

La leyenda cuenta que eran lugares mágicos, cargados de una energía mística en la que se reunían las meigas. Tal era el temor de los aldeanos a las meigas que deambulaban por esos territorios, que decidieron poner solución creando y levantando postes de piedra en las intersecciones de los caminos con el tallado de un Cristo crucificado, protegiendo así a los viajeros.

Muchos de estos símbolos de protección han ido desapareciendo por los estragos del tiempo, pero Combarro es el lugar en el que más cruceiros se conservan, teniendo consigo otra característica distinta. En el anverso está tallado el Cristo crucificado; en el reverso, la Virgen del Socorro. El Cristo mira a la tierra mientras que la virgen dirige su mirada hacia el mar para proteger a los pescadores.

Unos meses antes de este trágico suceso, una serie de galeones partieron hacia nuevo mundo para reunir tesoros de diferentes territorios hispanoamericanos. Al finalizar con éxito su misión, regresaron repletos de tesoros hacia el puerto de Cádiz, pero recibieron noticias de que la ciudad estaba sitiada por ingleses y holandeses. Decidieron buscar el puerto más seguro y finalmente pusieron su rumbo en Vigo, pero allí les esperarían las flotas anglo holandesas al mando del almirante Goerge Rooke que bajo un intenso fuego, los galeones españoles arrojaron todos los tesoros al agua.

“Si no iba a ser para el rey Felipe V y sus aliados franceses, no sería para nadie”

A pesar de no haberse hecho con el botín principal de los tesoros que iban en las bodegas de los galeones, los ingleses volvieron a su país como héroes, recordando así su victoria hoy en día con la calle de Vigo Street. Tras finalizar este acontecimiento comenzó a expandirse la leyenda del tesoro de Rande, donde muchos han sido los que han probado fortuna pero ninguno tuvo jamás resultado positivo.