Ojós, "el salto de la novia".

Esta vez nos centramos en Ojós; un pequeño municipio de la Región de Murcia que se encuentra situado en el enclave del Valle de Ricote, lugar de leyendas e historia.

Ojós cuenta con un lugar conocido como “el Salto de la Novia” que encierra una misteriosa leyenda.

En épocas de la Reconquista, el comendador de Santiago tenía en Ricote una hija de singular belleza que estaba prometida con un joven cristiano conocido por su valentía formando parte del ejército de la cristiandad. En aquel entonces en Mula, gobernaba un rey moro que se prendó de esta joven; rápido la noticia llego a oídos del joven cristiano y se dispusieron a huir en mitad de la noche temerosos de que aquel rey moro fuese más allá. Montados en sus caballos, salieron sigilosos del lugar para evitar ser vistos por los jinetes que el rey moro tenía por la zona, pero de nada sirvió ya que tras  haber vadeado el río, los jinetes agarenos seguían tras sus pasos.

Galoparon durante un buen tiempo, saltando de roca en roca hasta cruzar esas vegas; los jinetes agarenos les taparon el paso y el novio valeroso se enfrentó a aquellos intentando dar una oportunidad a su prometida de escapar. El joven cristiano pereció en el intento pero le otorgó el tiempo justo para que su querida pudiera emprender de nuevo la huida.
Viendo que aquellos jinetes mal heridos por el enfrentamiento volvían a sus corceles para reanudar su cometido y de que el rey moro cada vez estaba más cerca; la novia viéndose sin escapatoria ya que delante de ella se encontraba un abismo, no encontró otra salida que la de castigar a su caballo clavando su acicate en el vientre del caballo para que esté saltase por el abismo.

 “Saltó al otro lado y partió velocísimo, salvando la heróica virtud de la cristiana. ¿Ves allí enfrente unas huellas redondas en las piedras? Allí puso sus cascos el caballo de la novia".
(Extraída de la novela El Salto de la Novia de Rafael López de Haro - 1908).

Otra leyenda nos cuenta que la novia saltó por el abismo tras enterarse de la muerte de su prometido tras una batalla librada entre moros y cristianos. Aunque la victoria perteneció a las tropas de la cristiandad, el joven perdió la vida y por la noche mientras que se celebraba la victoria, la joven salió sigilosa del lugar para recuperar el cuerpo de su amado y que al no encontrarlo; justo cuando los primeros rayos de Sol iluminaron su rostro, esta saltó por el abismo para encontrarse de nuevo con su amado.