Sierra de Cazorla

La Sierra de Cazorla, Segura y las Villas es el parque natural más grande de España, la naturaleza junto con su fauna y su extensa vegetación son los grandes protagonistas y parecen sacados de un cuento, donde nos invade esa magia que posee la sierra de Cazorla; pero que pasa si nos adentramos más allá de esos límites. Leyendas, mitos y tradiciones que en el pasar de los años han ido diluyendo cada vez más hasta la actualidad.

Los más ancianos aún las recuerdan, pero para los demás son simples rumores que causan indiferencia y a otros como es mi caso, curiosidad; se trata del llamado Camino de los muertos o el sendero de los espíritus.

Cuando en algún lugar recóndito de la Sierra se producía una muerte, solían partir ciertos individuos con peculiares características denominados "recolectores de cadáveres". Cuentan los más ancianos del lugar, que la comitiva mortuoria se ponía en camino antes de la puesta de sol y que intentaba ocultar su partida a los ojos de los supersticiosos por un camino predefinido que partiendo de la Iruela, llegaba hasta el mismo corazón de la Sierra. Este camino estaba, plagado a su vez de innumerables senderos que desembocaban en el mismo. 

Una vez que era localizada la persona fallecida, era envuelta en varias sábanas y mantas y se ataba fuertemente sobre las bestias para su transporte. Posteriormente, se ponía en marcha en silencio, un silencio que era constante en todo su recorrido hasta llegar al campo santo.
Durante años, la figura de estos individuos, que tenían una labor tan poco agradecida y a la vez necesaria en aquellos parajes, suscitó el "miedo", creándose cierta sugestión y respeto, hacia la muerte.

También merece la pena dar un paseo por su casco antiguo para poder disfrutar de su rico patrimonio monumental. El Castillo de la Yedra con su magnífica Torre del Homenaje y su leyenda de la Tragantia.

Cuenta esta leyenda que el Rey Moro de Cazorla ante la amenaza de las tropas cristianas decidió esconder a su hija en las mazmorras del Castillo bien camuflada mientras el libraba la batalla. El Rey Moro murió  y nunca volvió y su hija quedo allí atrapada esperando su triste final. Pronto los nuevos habitantes del Castillo y los vecinos de Cazorla comenzarían a escuchar sus gritos de terror los cuales provenían del fantasma de la princesa.

El Castillo de las Cinco Esquinas y las ruinas de Santa María, uno de los monumentos más significativos de la ciudad, donde el río Cerezuelo pasa por debajo del Altar Mayor y tampoco olvidarnos  del Puente de las Herrerías que fue levantado, según cuenta la leyenda, en una noche para que pudiera pasar Isabel la Católica.