La Pachamama

Los pueblos donde se celebra la Pachamama, tienen una estrecha relación con el ciclo agrícola, el cual podemos decir que es el cultivo de la tierra el que marca los ritmos. Todo esto se debe a que para ellos, la agricultura es donde se “germina la vida”, la naturaleza, el alimento y gracias a esto mantienen la salud.

Después de las cosechas, la tierra se secan y la creencia de la Pachamama es que para que la tierra no se coma las semillas que se plantan, hay que alimentarla simbólicamente, por ello le hacen la ofrenda a la madre tierra, para alimentarla y para pedir la prosperidad y salud para el resto del año.

Pero no solo es un mero gesto simbólico, ni para pedir prosperidad durante el año; en los pueblos indígenas esta costumbre tiene como principio en que ellos asumen que son parte de un ser superior, la tierra; por ello realizan esta celebración, para asumir dicho principio.

Originariamente la ofrenda de la Pachamama se hacía en los cerros donde los “yatiris” que son los ancianos conocedores y los “amawta” los sabios indígenas, ofician los ritos ancestrales para invocar a los dioses tutelares llamados Achachilas.

En las culturas originarias de la Pachamama se constituye como una celebración de gran importancia, donde la tradición y la adaptación social permiten la trascendencia de la misma. Desde muy pequeños les enseñan que la Pachamama es la madre y todos los seres humanos son sus hijos. A medida que crecen se reafirman y transmiten ese sentimiento.

“Como hijos tenemos que cuidar a nuestra madre y como hermanos debemos cuidarnos entre nosotros por el bien de la humanidad entera”

También aprenden que la Pachamama es su casa, en el cual conviven humanos, animales y plantas. Todos los seres vivos están íntimamente relacionados con los componentes de la naturaleza (aire, agua, tierra y los vientos)

"La Pacha nos cría y la Pacha nos come, así como cuida, castiga; nos mantiene sanos o nos conduce a la enfermedad. No se ignora que la Madre Tierra niega sus cosechas a los hijos ingratos y los castiga, pero ¿quién podrá olvidar a la Pachamama? ¿Quién podrá mezquinarle nada? El primer trago siempre es para ella: vamos a chayar (rociar), vamos a pagar a la Pacha"

Es aquí a los indígenas de la Pachamama; que nobles pensamientos conlleva esta ceremonia, para muy pocos una mera festividad, para muchos un propósito de vida, por ello debemos de respetar las diferentes culturas y entenderlas, ya que bajo mi punto de vista es un compromiso que debemos de planteárnoslo para poder mejorar como personas y poder ver y comprender la diversidad y riqueza cultural que nos ofrecen.