Los Campos Mórficos y sus teorías

Podemos describirlo como que son unas estructuras no perceptibles e  inmateriales que forman parte de un todo y que representan un soporte para que nuestra información fluya entre cada especie. 

Es decir, la mente de todos los seres vivos de una misma especie se encuentran unidas formando parte de un mismo campo de energía, ese campo es a lo que se le llama “campo morfogenético”. En resumidas cuentas; si un animal aprende una nueva habilidad, les resultará más fácil al resto de la especie ya que esta es absorbida por cada uno de ellos, sin importar la distancia a la que se encuentren y al mismo tiempo, cuanto más animales hayan aprendido esa habilidad más rápido resultará para el resto de la especie.

Con esto Rupert Sheldrake corroboraría la llamada “Teoría del Centésimo Mono y la masa crítica”. Esta teoría nos expone de cómo en el año 1952 unos científicos empezaron a darle a unos monos ubicados en la isla de Koshima, un alimento llamado camote. Este alimento era una delicia para esos monos, pero su sabor a tierra no lo era tanto.

Un día a uno de estos monos se le ocurrió lavar el alimento en un arroyo situado en la isla. Poco a poco y ante los ojos de los científicos, la mayoría de los monos fueron aprendiendo a lavar los camotes.

En 1958 todo el clan de monos de la isla Koshima ya sabían lavar su alimento y entonces fue cuando los científicos se dieron cuenta de que las colonias de monos que habitaban en otras islas empezaron a lavar también sus camotes.

Esto les llevó a la conclusión de que cuando un determinado número crítico de la misma especie logra la consciencia colectiva, esta puede pasarse y comunicarse de una mente a otra.

La idea de los Campos Mórficos de Rupert Sheldrake:

“Esta idea permite ver el funcionamiento de la memoria individual, la herencia de los instintos, las capacidades de conducta como aspectos diferentes de un mismo fenómeno. Todos dependen de resonancia mórfica, pero el funcionamiento de la memoria individual es más específico que la herencia de instintos y conductas. La memoria, las capacidades individuales de aprendizaje operan contra el fondo de una memoria colectiva heredada por la resonancia mórfica de los miembros anteriores de la especie. En el reino humano, un concepto de este tipo ya aparece en la teoría junguiana del inconsciente colectivo como memoria colectiva heredada. La hipótesis de la resonancia mórfica permite considerar el inconsciente colectivo no sólo como un fenómeno humano sino como un aspecto de un proceso más general, en virtud del cual los hábitos se heredan en todo el mundo natural”

Sin embargo actualmente existen otras teorías que también se aproximan esta influencia de “campos mórficos” y de “influencias en la naturaleza de las especies”. Sabemos que a nivel biológico, la transmisión se hace por genes, a nivel psicológico, se hace por comportamientos y la observación del subconsciente, etc.

No es ningún misterio el entender que los seres vivos están influenciados tanto positiva como negativamente no solo de una manera biológica si no que también estamos influenciados por esa “energía” que transmitimos y absorbemos.