Nuestros Miedos

Millones de personas en este mundo, padecen de miedos. Muchos son conscientes de ello, la mayoría, en cambio, ni se lo confiesan a sí mismos. Viven bajo stress y tensión que conduce al miedo. Sufren bajo el miedo a dar un paso más, a volver a sufrir viejas heridas, a la soledad, al porvenir, etc. El miedo nos vuelve inseguros en el contacto con el ambiente, o bien nos vemos obligados a vivir con una de las muchas fobias, ya sean leves o grandes, pero fobias son.

El miedo cohíbe y esclaviza. Influye en importantes decisiones vitales y desemboca frecuentemente en síntomas corporales y mentales que nos pueden hacer llegar a un malestar y hasta enfermar.

El miedo es más que un sentimiento, eso es lo personalmente pienso, el miedo es un complejo juego de combinaciones entre diferentes componentes de reacción, ninguno de los cuales es al único al que llamamos miedo. Tenemos el componente cognoscitivo, el cual podríamos decir que es el reconocimiento del peligro. Componente fisiológico, podríamos establecer que es el que nos hacen expresar nuestro miedo y por último el componente motor, este digamos que sería el que nos hace actuar de diferentes maneras ante esa necesidad de “miedo”.

Solo estos tres componentes juntos constituyen lo que se experimenta como miedo. Se reconoce un determinado peligro, en ese instante un motor arranca en tu interior, el cual hace que la presión aumente y empecemos a sentir determinados cambios fisiológicos. Pero de nosotros depende superarlo o dejar que nos inunde ese sentimiento de pánico. En cuestión de segundos, incluso de fracciones, nuestro pensamiento ya esta alertado y todo nuestro cuerpo ya está activo desde los pies a la cabeza para saber de qué manera afrontar esa situación, ya sea a través de la huida o afrontándose a ellos, este último caso debe de plantear en la persona afectada un afán de superación y de seguir adelante dejando atrás esos miedos del pasado.  

No es cuestión de borrarlos de nuestra mente, ya que “haber sentido ese miedo sobre ciertas cosas puede ser positivo” ya que hace que nos comportemos de una manera más segura ante estas nuevas situaciones ya que sabemos y hemos vivido algo similar, por decirlo de alguna manera tenemos más experiencia y la experiencia nos da seguridad y sentimiento de bienestar en determinadas situaciones. 

¿Cómo podemos reconocer y superar estos miedos?, el primer paso consiste en conocer cuáles son vuestros miedos y mirarlos cara a cara; miedo al abandono, al rechazo, a estar solos, a ser engullido por tu pareja, a perder tu libertad o identidad, a fracasar en tu relación, etc. Luego deberías de ver cómo nos está afectando, ya sea a nivel personal interno o en muchos otros casos también a nivel de pareja, en este caso se recomienda que ambos conozcáis vuestros miedos ya que se sabrás cómo decir determinadas cosas sin que tu pareja se sienta amenazada y así afianzar más a tu pareja haciendo que ese miedo poco a poco vaya curándose con la confianza que le ofreces.

“En el caso de que no tengas pilar de apoyo o no lo desees, se recomienda echar un vistazo al pasado, ya que todos los miedos infundados vienen por algo que has vivido,por tanto, una vez recordando estos motivos, deberás en ese mismo instante encontrarles una solución o mejoría ya que si no lo haces, volverán a florecer con más fuerza y sentimiento de miedo en tu presente.”