Los Mudras en los Chakras

Quizás sea algo desconocido para muchas personas, “Los Mudras”, por definirlo en una sola palabra podríamos decir que son gestos, gestos corporales que se utilizan en algunos tipos de meditación, generalmente uno en los que más se utiliza es en la técnica de meditación del “Hatha-Yoga”.

 

Se trata de realizar con nuestras manos una serie de gestos que nos permitirán, siempre y cuando estemos en un nivel de meditación, canalizar adecuadamente la energía a través de nuestro cuerpo así como puede facilitarnos algunos de los objetivos de la meditación, como son la elevación de tu yo, la sanación física y emocional. Existen numerosos Mudras de una elevada complejidad que implican a todo el cuerpo, pero también hay otros que son más sencillos los cuales solo requieren de nuestras manos para alcanzar nuestros objetivos por lo que para practicar estos Mudras, no es necesaria una gran habilidad, simplemente basta con una disciplina en la práctica y perseverancia con los más complicados; ya que los dedos se van uniendo entre sí de formas muy diversas y con distinto tipo de presión, desde un leve roce a una gran presión.

 

Desde el punto de vista de la medicina oriental, el cuerpo está recorrido por meridianos que entran en acción o se bloquean a partir de zonas reflejas distribuidas en diversos puntos de cada órgano. Así, los Mudras activan los puntos energéticos de las manos, siguiendo principalmente los siguientes parámetros basados en los elementos naturales quedando de la siguiente manera.

El Dedo pulgar representa el fuego que se alimenta de las energías del cuerpo, o las destruye y quema. Su cometido es el equilibrio y su contacto es con la espiritualidad esencial.

Nuestro Dedo índice representa el aire, signo de la creatividad y el pensamiento, así como los estados de ánimo. Se conecta al cuarto Chakra.

El Dedo corazón está vinculado al éter y posibilita la armonía con el entorno desde lo espiritual. Se relaciona con el quinto Chakra.

La representación del Dedo anular se asocia a la tierra, a la conexión con la realidad y los problemas cotidianos. Su Chakra es el primero.

Y por último el Dedo meñique simboliza el agua y representa a los otros, a la interacción en comunidad. Asociado al segundo Chakra, su función es armonizar y estimular la compasión, la comprensión y la solidaridad.

 

A su vez, las zonas reflejas transmiten información a los 7 Chakras que los podemos definir como los centros energéticos fundamentales de cada ser donde posicionando nuestras manos, fuentes de energía, podremos mandar mayor energía a cualquier Chakra, que junto con su sonido correspondiente haremos vibrar el Chakra deseado.

 

El Chakra Raíz, el dedo índice posicionado con el pulgar, entonando “LAM”.

El Chakra Sacro, mano derecha arriba de la mano izquierda, la yema de ambos pulgares deben de estar tocándose suavemente, entonando “VAM”

El Chakra Plexo Solar, todas las yemas de los dedos deben de estar tocándose menos los pulgares que estarán entrelazados, siempre la derecha sobre la izquierda, entonando “RAM”

El Chakra Corazón, con la posición del Chakra Raíz, pon tu mano izquierda sobre su respectiva rodilla y tu mano derecha, de igual manera debes de posicionarla sobre el esternón, entonando “YAM”

El Chakra Laríngeo, cruzando los dedos entre ambas manos y las yemas de tus pulgares deben de tocarse, entonando “HAM”

El Chakra Frontal (tercer ojo), posicionar las manos sobre la parta baja del pecho, donde la yema de los dedos corazón y pulgar deben de tocarse respectivamente, el resto de dedos deberán de ir protegidos entre nuestras manos de modo que se toquen con sus uñas, entonando “KSHAM”

El Chakra Corona, colocar los dedos entrelazados exceptuando los meñiques que estarán tocándose entre sus yemas, recordemos que los pulgares el derecho sobre el izquierdo, entonando “OM”

Dependiendo del terreno en el que estemos habrá unos tipos de Mudras u otros, ya que como hemos dicho anteriormente, existen gran cantidad de Mudras que engloban desde las Danzas Clásicas de la India, en Yoga y en otros ámbitos del hinduismo y el budismo.

Uno de los más vistos y recordados es el Mudra “Abhaya” se le conoce también como el Mudra de la intrepidez, de la bendición o de la renuncia. Pero la traducción más generalizada que le podríamos dar sería la del Mudra del No Miedo. Es decir, nos ayuda a encontrar nuestro propio valor, ahuyentando el miedo.