Cuando hablamos de meditación no debemos de pensar solo en fines religiosos, también está ligada al mantenimiento de la salud, tanto mental como física.
“La palabra meditación es como un gran abanico lleno de variedades, que conforme vamos abriéndolo vamos viendo su verdadero alcance.” Existen gran variedad de guías y enseñanzas, que van desde las propiamente religiosas, terapéuticas y algunas de ideologías de ciertas personas.
Para los más exceptivos en este campo del “misticismo- espiritualismo”, he de decir que se ha demostrado científicamente que algunas técnicas de meditación pueden ayudarnos a mejorar, tanto en un nivel de salud en general como por supuesto en un nivel de realización y focalización interna.
Para una buena meditación deberemos de tener en cuenta algunos de estos rasgos, ya que son parte de un gran pilar al que se sostiene la meditación.
“Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente.”
“Liberar la mente de sus propios pensamientos.”
“Debemos focalizar la mente en un único objeto de percepción, como pueden ser la respiración, recitar o mándalas; en religiones teístas, es focalizado en Dios.”
Esto último, en el ámbito religioso occidental, se ha distinguido propiamente dicho de la meditación y lo nombran como “contemplación” pero en la cuna de la meditación no hacen distinción alguna llamando a un todo meditación.
Según la técnica de “meditación” que usemos, la podríamos clasificar dependiendo de su enfoque, ya sea en una conciencia plena (percepción y experiencia), una conciencia de concentración (las cuales nos enfocamos a un objeto determinado), también existen las meditaciones “sin objeto”, donde se desenfoca la tensión mental y otras donde intercambiamos el campo y el objeto de la meditación; aunque no obstante, es siempre difícil clasificarlas. Podemos optar por una gran variedad y técnicas de meditación; Zen, Samādhi y Vispassana (desarrollo del conocimiento superior) Yoga y Vendânta (son propias de una meditación Hinduista), Chi-Kung, Reiki, Tai-Chi, regresiones psiquiátricas y otras tales como las de invocaciones y paganismo, como son propiamente las de Wicca y las Druídicas.
Hace algún tiempo me preguntaron:
- Antonio, ¿entre todas las clases de meditaciones que existen, como se sabe cuál es la correcta o cual es la mejor para uno mismo?
“Sea cual sea, cuando pienso en la palabra meditación, lo que se me viene a la cabeza es paz, serenidad y relajación. Algo que me permite distanciarme de las preocupaciones; pero antes de meditar debemos conocer cuáles son sus beneficios, no se trata de elegir una , si no de adoptarla a ti mismo, incluso combinando algunas entre sí para lograr llegar a tu nivel deseado. Lo bueno de la meditación es que no entiende de sexos, edades ni religiones; solo se propaga en el interior de la persona que medita”
Editado por Antonio Pérez Díaz ©
22 de Mayo de 2013 | 10:20 h.
Cartagena - Murcia
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