¿Los Seres Humanos emitimos Luz Visible?

Hay una frase que dice “polvo eres y en polvo te convertirás”.

Actualmente y cada vez más, se está escuchando que el Ser Humano está formado por polvo estelar y que somos parte de un “gran todo” de aproximadamente unos 13 mil millones de años. Quizás es por eso nuestras similitudes con el universo en general.

Otros datos revelan que en las prácticas Chamánicas eran capaces de ver a seres luminosos que salían del interior de esa persona y que a través de la intensidad de esa luz podrían saber que problemas tenían.

En la edad Media ya se reflejaban escritos que decían ver a varios seres que emitían una luz de su cuerpo. Incluso en el libro de La Biblia se representaba lo que se conoce como la aureola, como una luminosidad que emanaba del propio cuerpo. Gracias a este estudio que se ha realizado en Japón, se ha descubierto que la parte del cuerpo humano que más luz emite es la parte de la cabeza.

El cuerpo humano emana una luz visible 1000 veces menos intensa a la que el cuerpo humano está diseñado para ver, por esta sencilla razón somos incapaces de ver esa luminosidad, ya que nuestro campo de visión es muy limitado frente a la gran escala de longitud de ondas que se conoce.

No hay límites exactos en el espectro visible; un típico ojo humano responderá a longitudes de onda desde 400 a 700 nm. aunque algunas personas pueden ser capaces de percibir longitudes de onda desde 380 a 780 nm. quién sabe si no podríamos  elevar aún más este carácter y ser capaces en ocasiones de ampliar nuestro longitud de onda.

Para obtener más información sobre esta tenue luz visible, los científicos trabajaron en Japón con cámaras extraordinariamente sensibles, capaces de detectar los fotones individuales.

Cinco voluntarios sanos, de sexo masculino y con 20 años de edad, fueron colocados con el torso desnudo delante de las cámaras en completa oscuridad durante 20 minutos, cada tres horas de 10 am a 10 pm durante tres días.

Los investigadores encontraron que el cuerpo emite un resplandor rosa y este descendió durante el día, con su punto más bajo a las 10 horas y su pico a las 4 pm, decayendo gradualmente después de eso.

Estos hallazgos sugieren que existe es la luz de emisión ligada a los relojes biológicos, probablemente debido a cómo nuestros ritmos metabólicos fluctúan durante el transcurso del día.

Las caras brillaban más que el resto del cuerpo, lo que podría ser debido a que están más curtidas que el resto del cuerpo, ya que obtiene una mayor exposición a la luz del sol y el color de la piel generado por el pigmento, llamado melanina, tiene componentes fluorescentes que producirían más luz.

El hallazgo de esta luz tenue relacionada con el metabolismo del cuerpo, sugiere que las cámaras pueden detectar dichas emisiones débiles, abriendo un terreno de posibilidades tanto en el campo de la medicina como en el del desarrollo.

A opinión personal, yo siempre he dicho que el ser humano es y actúa como una vela. Como ya he dicho en varias ocasiones y programas, “todo comienza cuando se enciende la vela. Desde ese momento comenzamos a vivir, emitiendo una luz y desprendiendo una energía que poco a poco se va consumiendo hasta que la vela se apaga. Ya no hay luz, pero esa energía aún perdura aunque no la veamos, al igual que una vela, aunque ya se haya apagado su luz, siempre queda por un tiempo determinado ese calor que ha desprendido”.