Nuestros Sentidos


“No hay alma, por poco noble que sea, que permanezca tan aferrada a los objetos de los sentidos que, a veces, no se aparte de ellos para desear un bien mayor.”

 (René Descartes)

 

Los llamados “Sentidos”, para muchas de las personas, sólo existen 5 sentidos que propuso el filósofo Immanuel Kant (oído, olfato, tacto, vista y gusto).

Cada uno de los sentidos consiste de células especializadas que tienen receptores que reaccionan a estímulos específicos por esta misma explicación el ser humano sería capaz de tener muchos más sentido ya que estamos formados por millones de receptores.

 

Pero ¿a que se le considera sentido y a que no se le considera sentido?, desde una perspectiva antroposófica los sentidos son funciones que nos permiten  percibir, la percepción del mundo exterior y, por esta razón, cada uno de los sentidos posee un órgano físico.

En el mundo exterior podemos distinguir tres tipos de fenómenos que nos permiten diferenciar tres tipos de sentidos que los podemos clasificar en: nuestro propio cuerpo, naturaleza, resto de seres humanos.

Profundizando más en el tema, a mediados del año 1910 Rudolf Steiner, dio una primera descripción de la teoría de los sentidos y planteó la existencia de 10 sentidos, los cuales serían ampliados a 12 en el año 1917 en su libro “Los enigmas del alma”.

A estos sentidos habría que sumarles los tres modos de percepción suprasensibles (por encima de los sentidos) como son: la imaginación, la inspiración y la llamada intuición.

 

Sin duda alguna, la teoría de los 12 sentidos más los suprasensibles, es uno de los grandes aportes de Rudolf a la Psicología que ha sido retomadas y ampliadas por el antroposófico Karl Köing y por otros muchos aunque no ha sido reconocido y aprovechados en su totalidad.

Durante todo el transcurso de la obra de Rudolf, se encuentra la pregunta que todo el mundo se puede llegar a hacer, ¿que relación hay entre la percepción del mundo y el pensar?, por decirlo de otra manera, ¿Qué concierne a la percepción de los sentidos y su relación con el pensamiento? Generalmente se podría contestar basándose en la “teoría del conocimiento”, sin embargo otras teorías se orientan a sentar las bases fundamentales del pensar, del conocer, de la relación entre pensamiento y percepción y no crear una teoría de los sentidos.

 

Si estos doce sentidos más o menos despiertos, más o menos saludables, existen en todo hombre como fruto de la evolución, este hombre, este “Yo” que está en el centro del circulo o en el punto de cruzamiento de la lemniscata como un decimotercero en relación a los doce sentidos. De la misma manera que se puede dar importancia a una alimentación sana, podemos también ser cuidadosos de la calidad de las impresiones que nuestros sentidos reciben.

¿Pero a que llama la gente el sexto sentido?


 Según algunos expertos en esta materia, los seres humanos tenemos ciertas capacidades que no están englobadas en estos 5 sentidos, si no que se engloban en las llamadas “capacidades extrasensoriales”, de los cuales, son algunos pocos los que pueden manejarlas a voluntad.

 

Este es el caso de ciertas personas dotadas de ciertos dones que se alejan de a priori de nuestro entendimiento más básico como son los videntes, los psíquicos, los telépatas o incluso sin ir más lejos, gente capaz de percibir con mayor sensibilidad los campos magnéticos que nos rodean constantemente.

 

El ejemplo más claro lo tenemos en el mundo animal, donde estas capacidades funcionan integradas en  la naturaleza. Todos hemos visto como los reptiles, mamíferos, etc. advierten antes que nadie de que se aproxima algún catástrofe natural, cuantas veces hemos dicho o escuchado estando en la naturaleza la frase de “esto esta demasiado tranquilo”

Es como si detectaran a través de un radar interno que algo está a punto de suceder que va en contra de su supervivencia y tienen la motivación de huir del lugar para refugiarse en zonas más seguras.

Otro de los ejemplos relevantes es conocido con el fenómeno de “vox polpoli” que muchos perros y gatos detectan la muerte de un familiar o de  un ser cercano a la familia antes de que el óbito se haga evidente, incluso antes de que la persona enferme. 

Quizás la percepción extrasensorial no está tan  reñida con nuestra naturaleza humana, pues nosotros como animales racionales también  formamos parte  de la llamada Madre Tierra. Quizás por eso unas de las preguntas que se hace mucha gente tenga la respuesta en que debido a la inercia diaria del ser humano, este ha perdido  “la finura” de sus 5 sentidos (vista, oído tacto, gusto  y olfato), en comparación con el hombre primitivo. 

 

¿Nos os dais cuenta de que cada vez va siendo más habitual el uso de gafas entre la población y nuestro nivel auditivo es notablemente menor y así con todos nuestros sentidos?

 

Por otra parte también destacar un punto relevante, la ausencia de un sentido agudiza a los restantes y  todo esto se debe al instinto de supervivencia que tenemos los seres humanos. Para que todos lo entendamos, cuantas veces se ha dicho eso de que los “ciegos”, tienen un oído más desarrollado de lo normal, o que tan solo con pasarte la mano por la cara ya son capaces de saber algunos de tus rasgos…

 

“La gente habla de una invasión de los sentidos, y yo no sé qué significa: si quieren decir que la racionalidad está en horas bajas y todo se confía a los sentidos, o si es al revés , que los sentidos han sido invadidos por una especie de subculturas y de cerebro global que ha irrumpido en ellos. ¿Qué está sucediendo con los sentidos?”

(Eduard Punset)

 

En conclusión y a opinión personal, cada vez más y debido a nuestro ritmo de vida, stress, factores ambientales, comodidades para hacernos todo mucho más fácil, la falta de valores, tanto morales como “espirituales”, y así un sin fin de mil cosas más, va haciendo que poco a poco los sentidos del ser humano se vayan marchitando desfavoreciendo el crecimiento de nuestro llamado “sexto sentido”.

Editado por: Antonio Pérez Díaz © 

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