La Motilla del Azuer. El Legado de la Edad de Bronce.

A mediados de este mes de agosto, nos dirigimos a tierras manchegas donde disfrutamos de su historia, paisajes llenos de naturaleza y sobre todo de sus restos prehistóricos que no son pocos.

Existen abundantes yacimientos del Paleolítico en su superficie y su ubicación junto con el río Guadiana, hacen que sea una zona pródiga en este tipo de yacimientos; como son por ejemplo los situados entre la zona del Alto Guadiana y la Cañada de Valdelobos.

Estos grupos o pequeñas colonias, decidieron formar asentamientos de carácter estable, evitando así el nomadismo y cubriendo una serie de necesidades básicas en lo que se refiere a la alimentación y seguridad.

Las llamadas Motillas, eran un tipo de construcción únicas en el mundo; ya que se construían en zonas llanas y por lo general en terrenos favorables desde un punto de vista freático y agropecuario.    
Alrededor de estas Motillas se situaban los pequeños asentamientos los cuales intentaban no cambiar excesivamente la topografía del entorno de la Motilla; alzadas de barro y encañizadas y con unas estructuras que solían presentar forma ovalada y/o rectangular con algunos zócalos de mampostería en ellas.

Las Motillas se extienden por una amplia zona de la Submeseta Sur y siempre definida con algún curso de agua. Se tiene constancia de más de una treintena de estos monumentos, de los cuales ocho de ellos se encuentran en el término municipal de Daimiel.

La Motilla del Azuer es la más estudiada entre otras razones por ser la única que no tiene superposiciones de otros períodos históricos y es la única que cuenta en la actualidad con un programa de actuaciones para su investigación y consolidación. La especial característica de este yacimiento, así como lo impresionante de las estructuras de su fortificación, con muros de mampostería que conservan más de ocho metros de alzado, confieren al asentamiento del Azuer un carácter único dentro de la Edad del Bronce de la Península Ibérica. Al mismo tiempo que ofrece unas condiciones idóneas para su restauración y musealización con vistas a la apertura al público donde podemos contemplar entre otros, su estructura hidráulica de 14 metros de profundidad que con sus más de cuatro mil años de antigüedad, es considerado el pozo más antiguo de la Península Ibérica.

El mantenimiento del pozo de la Motilla del Azuer, supuso un constante esfuerzo para sus habitantes ya que la profundidad alcanzada para llegar al nivel freático hizo que esta estructura fuese en forma de embudo con sucesivas plataformas, haciendo que se estrechase su superficie conforme más se desciende y haciendo preciso el levantar de amplios muros para consolidar y fortalecer la estructura en el pozo. 

Según el filósofo Platón, narró la primera aparición de la Atlántida en sus diálogos de Timeo y Critias. En el que la Atlántida aparecía descrita como una isla en la que sus dominios llegaban al Mar Mediterráneo y que desapareció bajo el océano, más allá de donde se situaban las Columnas de Hércules, llena de abundantes recursos y habitada por una civilización bastante avanzada.