Se trata, en apariencia, de una baraja de naipes común y corriente compuesta de setenta y ocho cartas, definidas como arcanos: veintidós mayores y cincuenta y seis menores. En ellas se
representan símbolos alegóricos, en que el Tarotista se apoya para poner en marcha sus dotes paranormales de clarividencia y precognición que todos, en cierta medida, poseemos de forma
natural, como herencia ancestral y de desarrollo de estas actitudes mentales como evolución de la conciencia. La baraja del Tarot, vista en su globalidad, se presenta por sí sola: un
libro sagrado, iniciático, un instrumento especialmente creado para el desarrollo de una sensibilidad particular, una aguda atención al detalle, al símbolo, para llegar a descifrar el código
de un lenguaje tan misterioso como antiguo. El Tarot funciona como una síntesis de todas las doctrinas, experiencias humanas, etapas, acontecimientos y situaciones que constituyen la vida misma,
y precisamente en virtud de este sincretismo, de esta familiaridad, utilizarlos, comprenderlos y orientarse en ellos puede resultar sumamente fascinante.
Toda la historia del hombre se concentra en este carrusel de cartulinas de colores: está el nacimiento y la muerte; están siempre presentes el amor, el triunfo, la caída, la tentación, la recompensa, entrelazados en la vivencia de cada cual. Todo está escrito ya en una especie de proyecto evolutivo, que desde la fase inicial, juvenil de la experiencia, representada por el Mago, conduce hasta el momento de rendir cuentas, hasta el balance final del arcano del Juicio. Y desde allí se vuelve, a través de la carta del Loco, sin número, al punto de partida, pero a un estado distinto de conciencia, en una espiral evolutiva que recuerda la rueda del Renacimiento: una nueva encarnación en la tierra para aprender en ella una nueva lección, para enfrentarse a una nueva forma de conocimiento y a un nuevo destino.
El Tarot de Waite
Edward Waite estuvo ligado al ocultismo, pertenecía a la orden Golden Dawn, en el seno de esta organización creó un nuevo mazo de lectura, de simple cobertura desmitificando el origen egipcio propuesto por otros autores.
El Tarot Kábala
El tarot y la kábala se encuentran estrechamente ligados. Los kabalista consideran a la kábala como la ciencia de los números lo que permite predecir, algunas circunstancias entorno de la vida de los seres.
El Tarot de Marsella
El tarot de Marsella es empleado por lectores de cartas quienes predicen el futuro a través de la decodificación de signos y códigos presentes en esta baraja de procedencia gala. La cual se encuentra compuesta por 56 arcanos mayores y 22 arcanos menores.
El Tarot Céltico
El tarot celta fue concebido por la civilización más desarrollada de los pueblos europeos, provenía de Irlanda. El Tarot Celta presenta a los veintidós arcanos de otras barajas adivinatorias.
El Tarot de Aleister Crowley
Aleister Crowley descubrió el tarot a los 63 años y lo redefinió, su amiga Frieda Harris se encargo de hacer las bellas ilustraciones de las cartas , logrando un nuevo concepto del mazo egipcio de THOT
El Tarot de Mantegna
El tarot de Mantegna parecer ser un derivado de las "carticellas" las cuales se empleaban en la edad media para educar a los niños en la época medieval. Se piensa ello por el tipo de ilustración está integrado por cinco palos cada uno de diez láminas.
El Tarot de Los Bohemios
Papus fue un experto ocultista que rediseño y halló una nueva perspectiva para el análisis, interpretación y decodificación del tarot egipcio. En su estudio señala la importancia de vincular la numerología, el alfabeto hebraico y el tarot en sí para llegar a conclusiones certeras.
El Tarot de Oswald Wirth
El polifacético Oswald Wirth integró una orden masónica muy popular en Europa durante el siglo XIX. A pedido de su maestro y amigo elaboró un mazo adivinatorio que presenta pequeñas variaciones en comparación de la baraja tradicional.
El Tarot de Éliphas Lévi
Constant padre dedicado al medio eclesiástico decidió renunciar a éste, por su pasión el ocultismo. Para él el tarot es la mejor herramienta de adivinación, la cual evidencia cosas subrepticias y aconseja a aquel sujeto que consulta esta baraja.
El Tarot Etteilla
Este tarot se caracteriza por la manera de leer a la inversa y por subdividir el mazo en tres partes que corresponde a lo espiritual, a lo moral y a material en el devenir humano. Jean Baptiste Alliette también se influyó por la cultura egipcia, en el especial por el legado del dios egipcio THOTH.
El Tarot de Court Gébelin
Court Gébelin innovo en la interpretación de lectura del tarot, en el estudio realizado se plantea la relación existente entre la cultura egipcia y la occidental, un puente entre ambas sería lectura semiótica de los signos simbolizados en las láminas.
El Tarot de Minchiate
El tarot de Minchiate tuvo en sus inicios una finalidad lúdica, la cual devino en adivinatoria, luego que una gran parte de ocultistas se interesarán en él. Lo particular en este mazo de cartas es que muestra signos alegóricos y míticos.
Tarot de Carlos VI
La baraja de Carlos VI fue concebida como fin de entretenimiento por parte de Gringonneur un artista francés quien se dedicó a darle un toque sumamente artístico y bello al acabado de las láminas referidas.
Tarot de Rider- Waite
El tarot de Rider Waite fue concebido por el ocultista de Edward Waite a fínales del siglo XIX. Sus ilustraciones se caracterizan por presentar iconos de singular hermosura.
El Tarot de Visconti – Sforza
El tarot de Visconti- Sforza data del siglo XV, se estableció en Italia en el seno de una familia real en Milán. Su elaboración fue muy opulenta, pues las cartas originales se encontraban cubiertas por una delgada capa de oro. En la actualidad existen diferentes versiones.
Editado por Antonio Pérez Díaz ©
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